La Ciencia Mental
El empleo hábil e inteligente de la energía del pensamiento no constituye para la mayoría de las personas un proceso automático. Requiere esfuerzo y disciplina, más la comprensión de los principios sobre los cuales puede basarse el empleo creador de la mente. Los fundamentos de esta ciencia de la mente están indicados en los enunciados siguientes:
1- El pensamiento es creador a medida que construye mediante la formulación, el desarrollo y la clarificación de las ideas. Es comunicativo a medida que la mente dirige hacia su destino la forma mental.
2- La formulación de pensamientos creadores requiere una conciencia emocional tranquila y estable, una mente capaz de mantenerse enfocada y concentrada en una idea o tema, sin interrupciones ni distracciones, y un estado físico que le permite realizar ambos.
3- Para este trabajo es necesaria la pureza de móvil. Esto no constituye un consejo para lograr la perfección, sino que el propósito por el cual se realiza el trabajo debe ser el prestar un servicio impersonal y altruista para beneficio y elevación de toda la familia humana.
4- La mente debe unirse al corazón para prestar un servicio espiritual creador. Cristo dijo “Así como piensa un hombre en su corazón así es él”, y si el pensador actúa sin un corazón abierto a la afluencia del amor, su pensamiento carecerá del magnetismo para lograr sus objetivos.
5- Hay muchas formas de pensar profundamente sobre un tema, a fin de clarificarlo y desarrollarlo, pero debe realizarse el esfuerzo de penetrar detrás de las apariencias externas a fin de buscar significados, las significaciones y la relación con otras ideas o corrientes de pensamiento, buscar las causas y no los efectos. la tentativa de realizarlo conducirá al pensador a reflexionar sobre aquello que no constituye la forma, y esto puede llevarlo a la contemplación, la fuente de inspiración e iluminación.
6- En alguna etapa el pensador deberá elevar su conciencia hasta el alma, la conciencia crística en el hombre y al reflexionar a la luz del alma, se vinculará mentalmente con la Jerarquía espiritual que custodia el Plan. De esta manera ayudará a erigir el vínculo entre la mente de Dios y las mentes de los hombres y, a través de ese canal, ayudar a precipitar el Plan en las mentes y los corazones de los hombres.
7- El pensador deberá comprender que, en realidad, es parte de un grupo mundial de pensadores subjetivamente unido a todo trabajo de servicio creador que él podrá emprender mediante la energía del pensamiento. Contribuirá así a extraer de la reserva grupal de pensamientos. Si en su conciencia se vincula con ese grupo mientras trabaja con la energía del pensamiento aumentará el valor de su contribución y la de los demás.
8- Las formas mentales deben construirse con el mismo cuidado y exactitud con que se construye una casa. Así como una arquitecto debe tener en cuanta el diseño, los materiales, la ubicación, instalación eléctrica, iluminación, calefacción, cañerías, y engranar todo para conformar una casa hermosa, práctica, económica y confortable, donde se pueda habitar, también el trabajador mental deberá tener en cuenta los correspondientes factores para su creación mental. Así como existen en el mundo millones de casas mal diseñadas y construidas, también hay millones de formas mentales deficientemente pensadas y relativamente inútiles. En el proceso de construir formas mentales, la principal técnica mental es la visualización.
Las reglas para el empleo creador de la energía mental son las mismas que las de la meditación. Pero al término “meditación” debería dársele una más amplia acepción que hasta ahora. El científico que trabaja en el laboratorio a fin de revelar las leyes de la naturaleza, lleva a cabo un tipo de meditación. Desarrollar cuidadosamente planes a fin de ayudar a los necesitados, es meditación. El esclarecimiento de los conceptos filosóficos y la formulación de principios filosóficos, es meditación. La aplicación del poder mental a los problemas de gobierno y de relaciones internacionales, es meditación. En todos estos sectores se aplica el mismo proceso mental. Podrán diferir los temas y también los puntos de énfasis, pero, el proceso es idéntico. Cuando el móvil de este trabajo sea el bienestar de todos y se lleve a cabo con propósito e intención altruistas, puede considerarse que ese trabajo responde a los impulsos del Plan.
La energía espiritual debe hacer impacto en las mentes humanas, que son el único instrumento disponible -en su efecto combinado- a través del cual la voluntad de Dios puede expresarse. el lugar que el hombre ocupa en el Plan Cósmico será más vital y evidente cuando comprenda que una de sus principales responsabilidades es dirigir las corrientes de energía provenientes del plano mental, y la creación de lo deseable de acuerdo al propósito de Dios, respecto a su creación. Los hombres, en su totalidad, están pasando por un desarrollo evolutivo a fin de que se conviertan en creadores conscientes, empleando materia. Esto implica la comprensión del Plan arquetipo, un proceso consciente de creación voluntaria, de manera que el hombre coopera con el ideal, actúa según la Ley y produce aquello que está de acuerdo con el Plan.
Trabajo Creador del Pensamiento
La creatividad plenamente consciente de acuerdo al Plan, requiere, además, la comprensión de la naturaleza de la energía y la habilidad de dirigir las corrientes de energías. Hasta ahora muy pocos en la familia humana trabajan deliberada y conscientemente con materia mental.
La energía mental que emana de cada ser humano es una corriente comparativamente débil y puede dirigirse hacia la creación de aquello que el grupo desea y no únicamente hacia lo que el individuo desea. La facultad de trabajar en forma grupal es fundamental para colaborar en este trabajo con materia mental, cada pensamiento es enviado para cumplir con la misión asignada de agregar su cuota de energía a alguna corriente específica y conocida. Esto último es de importancia, pues para que la energía mental sea de verdadera ayuda, debe estar definidamente dirigida hacia algún determinado canal de servicio.
Todo tipo de actividad mental es el resultado de:
•Formas mentales construídas conscientemente o inconscientemente.
•Formas mentales autoiniciadas, o efectos de formas mentales construídas por otros.
•Respuestas a nuestros propios impulsos internos, a los impulsos de otros y, por lo tanto, a las formas mentales grupales.
Por eso es evidente, cuán vital es esta cuestión y cómo los hombres y mujeres son influenciados por las formas mentales que ellos mismos crean, o por las creaciones mentales de otros.
El trabajo creador tendrá éxito si el pensador reconoce las inclinaciones y tendencias básicas de su propia mente y pensamientos; si puede reconocer al grupo de acuerdo a cuyo pensamiento él puede conseguir su trabajo creador; si reconoce el propósito por el cual consideró inteligente construir mentalmente, manteniendo firme el propósito mientras la forma continúe siendo de utilidad.
Objetivos del Plan
Una de las primeras cosas que debe captarse cuando se considera el valor de emplear en forma creadora la mente, es que existe un Plan para la humanidad, el cual ha existido siempre. Se ha llevado a cabo a través del desarrollo evolutivo de épocas pasadas y también mediante el impulso especial proporcionado de vez en cuando por los grandes intuitivos e instructores de la raza. En la actualidad existe un número suficiente de hombres y mujeres en el mundo, adecuadamente evolucionados, de manera que pueden hacer contacto con el Plan y trabajar en conexión con él. Por medio del trabajo creador de la mente, los hombres y mujeres de todas partes pueden ayudar a expresar externamente este Plan divino para la humanidad.
Algunos de los principales objetivos del Plan para la humanidad están detallados a continuación:
•Producir una síntesis subjetiva en la humanidad.
•Despertar en amplia escala la Luz de los seres humanos.
•El establecimiento de una gran estación de Luz que ilumine los pensamientos humanos.
•Poner fin a la era de la separatividad.
El resultado de todo ello será:
•La formación de unidades grupales unidas por una idea común lo cual viene produciéndose desde el siglo XV.
•La formación de una humanidad caracterizada por tres cosas:
1.Un sistema de intercomunicación e interrelación. Radio, teléfono, televisión, viajes, telepatía.
2.Un sentido de responsabilidad mutua. Logro de la Buena Voluntad.
3.Reconocimiento de la omnipresencia. La Vida Una.
Hay más aspectos del Plan y otros objetivos importantes, pero ningún aspecto del Plan puede establecerse dentro de la humanidad, excepto por medio del empleo creador de la mente.
Sólo ahora comenzamos a comprender el poder del pensamiento y la energía que puede aplicar el pensador. Mediante el pensamiento creador, la percepción espiritual y la correcta interpretación ayudará a establece el Reino de Dios en la Tierra.
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